El intento del dictador por convertir a Linz, ciudad alemana, en el centro de la nueva cultura del país dio inicio al gran saqueo de obras de arte en la Europa ocupada durante la Segunda Guerra mundial. La adquisición más costosa en tierra holandesa fue la de gran parte de la colección de Mannheimer, que contenía tesoros como el Doctor judío, de Rembrandt. El saqueo del proyecto Linz llegó hasta Francia. Cerca de 21.000 piezas fueron robadas sólo en ese país. Además, el 18 de noviembre de 1940 Hitler proclamó su derecho a disponer de todas las obras de arte confiscadas en los territorios ocupados.
Muchas de las obras robadas perecieron en una gran hoguera en marzo de 1939 en Berlín. El resto se subastaron a nivel internacional para aportar fondos a la propaganda nazi.
Dos museos en Suiza y Alemania albergarán obras de la “Colección Gurlitt”. Las autoridades esperan que la exhibición ayude a que sus legítimos dueños o sus herederos recuperen los trabajos perdidos
Centenares de obras de arte ocultadas por Cornelius Gurlitt, hijo de un coleccionista de arte de la época nazi, serán exhibidas a partir de noviembre en las ciudades de Berna —Suiza— y Bonn —Alemania—, según informaron los dos museos involucrados.
Las esperadas exposiciones fueron programadas después de que un tribunal de Múnich dictaminara en diciembre que Gurlitt, fallecido en 2014, había estado en pleno uso de sus facultades cuando donó su colección de aproximadamente 1.500 obras al Kunstmuseum Bern, que se comprometió a devolver cualquier obra que haya sido saqueada a coleccionistas judíos.
La colección, que antes de ser donada había sido hallada por la policía alemana, consta de unos 1.500 cuadros —entre ellos obras de Picasso, Matisse, Chagall y Nolde— que los nazis habrían robado y que podrían valer unos USD 1.348 millones en el mercado.