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Marco Vigo y su arte inexistente

La labor de difusión cultural del MARCO, Museo de Arte Contemporáneo de Vigo en la ciudad, y en Galicia respectivamente

Es inequívoca y fundamental en la reactivación de la sensibilidad de la sociedad hacia este tipo de propuestas y en la democratización del acceso a las mismas.

De esta vuelta, el Museo ha querido presentar una exposición – relectura de otra pasada, A arte inexistente, que, comisariada por Rosario Sarmiento para el Auditorio de Galicia en 1995, aglutinara obra de mujeres artistas gallegas del siglo XX. Ahora, Mónica Alonso (A Fonsagrada, Lugo, 1970), Berta Cáccamo (Vigo, 1963), Angela de la Cruz (A coruña, 1965), Dolores Díaz Baliño (A Coruña, 1905-1963), Maruja Mallo (Viveiro, Lugo, 1902-Madrid, 1995), Menchu Lamas (Vigo, 1954) o Julia Minguillón (Lugo, 1906-Madrid, 1965), entre muchas otras, conforman el espectro de artistas cuya obra reviste las paredes de la planta baja del MARCO y permanece a la vista del público hasta el 16 de abril de 2017.

Bajo el título MULLERES DO SILENCIO. De Maruja Mallo a Angela de la Cruz, este proyecto hace un recorrido histórico que repasa la realidad de 21 creadoras. Ahonda en las problemáticas existentes en el desempeño de su profesión, en los contextos, carencias, rechazos y guerras; y habla, también, de la nueva situación generada a partir de la instauración de la democracia en el Estado, de las nuevas posibilidades formativas para la mujer – la primera y única Facultad de Bellas Artes de Galicia, en Pontevedra, se crea en 1990 - , y del cada vez más relevante, aunque todavía desigual, papel de la mujer en el ámbito artístico.

Desde la experiencia personal de quien escribe, esta muestra destaca, además de por su intrínseca belleza, por la diversidad de obra que abarca y por su fácil contemplación. Este casi centenar de piezas en exhibición invita al espectador a mirar, sin indigestión textual o visual. Muchas de ellas, se exponen por primera vez colectivamente, y una parte de la documentación que las acompaña se presenta de forma inédita.

Organizada en cuatro ámbitos, MULLERES DO SILENCIO opta por situar a la artista gallega en el lugar que se merece y da la oportunidad al observador de reflexionar sobre la situación de la misma y la necesidad o pertinencia del Feminismo como movimiento liberador y trascendental. El texto curatorial, de Rosario Sarmiento, es, en este sentido, muy claro: a pesar de que en el ámbito académico el rendimiento de la mujer frente al hombre, en los estudios artísticos, parece mucho mayor, más tarde, en lo que respecta al desarrollo profesional, ésta se queda diluida en un vacío de reconocimiento que no afecta de la misma forma al hombre.

La comisaria lanza un aviso de tintes sociales que también sirve para aleccionar al sistema artístico actual y su quehacer perverso respecto a la mujer, debido a su innegable tendencia a presentar lo femenino como algo singular, socavando así su propia entidad. Interesante discurso el que se articula en las salas del MARCO estos próximos meses, que nos empuja de forma ineludible a revisar la noción de género y a repensar nuestras conquistas en el plano social, no dejándonos caer en el conformismo.


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